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Puente de Santa María
Segunda etapa del tercer paseo
Sólo por esta mañana,
dejadme guardar el puente,
que yo mandaré a las aguas
que encaucen bien su corriente.
Que van ciegas, ciegas, ciegas,
dándose hombros y frente,
mi amiga, contra las piedras.
Tu cangrejo de río
me ha enamorado a mí.
Pero el cangrejo mío,
el de la mar, a ti.
La amante (Rafael Alberti)


El Arlanzón se arrastra por un lecho guijarroso, en parte tapizado de césped, en el que herbajan burros y caballos y beben los carneros. Es un río genuinamente castellano: seco, huesudo, silencioso, al que dan ganas de ofrecerle un vaso de agua.
Viajando por España (Emilio Bobadilla)
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