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Monasterio de las Huelgas
Decimosexta etapa del tercer paseo

E pois tournous a Castela
de sí en Burgos morada
e un hospital facía
él, e su muller labraba
o Monasterio das Olgas.


Cantigas (Alfonso X el Sabio)

Fuente en el Compás de Adentro del Monasterio de las Huelgas (Burgos)
Compás de Adentro del Monasterio de las Huelgas (Burgos)

Anteayer entramos en la clausura de las Huelgas con permiso del Nuncio; un monasterio fundado por Alfonso VIII, el llamado de las Navas de Tolosa, cuyas banderas y sepulcro están aquí. En los claustros está el antiguo panteón real, enorme de interesante, y en el cual El Escorial es una zapatilla al lado de su arte y su solemnidad. La abadesa, que usa mitra y báculo, para hacernos honores y pleitesía nos sentó uno por uno, con el báculo en la mano, en la silla prioral. Es una de las escenas más hermosas y más serias que yo he presenciado en mi vida. Cuando yo me senté me dijo: “¿tiene usted padres?”. “Sí, señora”, le respondí, y entonces ella moviendo la cabeza me habló: “Que Dios se los conserve siempre, si no en cuerpo en alma, y ojalá que no crecierais más, para que tantas risas de vuestra juventud no las vierais trocarse en llanto desconsolado". Podéis creer de verdad que me conmovió muchísimo, así como todas aquellas hermosuras de pensamiento que dijo a las demás [...]. Todas ellas vestían de blanco y como estuvimos con todas, muchas veces vienes cenas como de Canción de cuna [...]. Parecían niñas hablando de buenas [...] y como había algunas guapísimas se dejaron retratar a hurtadillas de las viejas gruñonas que no quieren quebrantar la orden [...]; pero ellas, rojas como rosas de mayo, se ponían detrás de las columnas negras de risa, y entonces nosotros ¡zas! las fotografiamos [...]


Carta a su familia, 1 de agosto de 1917 (Federico García Lorca)

Todavía más lejos de Burgos hay otro monasterio, que tiene el retablo del altar mayor de plata; este monasterio lo fundó el rey de España por promesa que hizo si Dios le daba victoria sobre los infieles; hay en él hermosísimas monjas, todas ellas de alta alcurnia, pues no se consienten plebeyas, pertenecientes todas a familias de duques, condes, caballeros y nobles. recibieron estas monjas al Señor y su séquito muy humanamente y le festejaron con juegos y otras diversiones, como danzas, cantares y cosas semejantes, y los introdujeron en hermosos jardines llenos de árboles y hierbas exquisitas. 


Viaje del noble bohemio León de Rosmithal de Blatna por España y Portugal hecho del año 1465 a 1467  (Barón de Rosmithal de Blatna)

Compás de Afuera del Monasterio de las Huelgas (Burgos)
Compás de Adentro del Monasterio de las Huelgas (Burgos)

No hay monasterio que personifique tan por completo el significado histórico de la peregrinación santiaguista en la Edad Media como la abadía real de Las Huelgas. Como dice un historiador moderno, es el álbum en que se conservan los recuerdos de hazañas épicas y el esplendor de las ceremonias solemnes [...] Las Huelgas era una completa antítesis de todos los demás conventos cistercienses (San Bernardo había gritado: “Vanidad de vanidades. Los muros de la iglesia brillan magníficos, pero los pobres andan desarrapados; con el dinero de los necesitados halaga los ojos de los ricos”), porque estaba destinada a ser residencia de reinas e infantas y a servir a la gloria de un monarca amigo de las pompas que deseaba crear una especie de principado femenino, émulo de las glorias de la orden cisterciense.


El Camino de Santiago (Walter Starkie)

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